7-9-11 rue de la Fabrique, 17000 La Rochelle
A dos pasos del Viejo Puerto de La Rochelle, el Hôtel La Fabrique invita a sus huéspedes a vivir una experiencia donde la autenticidad y la modernidad se combinan armoniosamente. Ubicado en un edificio histórico que fue anteriormente una capilla y luego un taller de cuerdas, este establecimiento ha sabido preservar el alma del lugar transformándolo en un espacio contemporáneo con un encanto industrial. Desde su llegada, la mezcla de materiales rústicos y toques de diseño, del mobiliario a medida a los detalles arquitectónicos únicos, crea un ambiente acogedor e inspirador.
Sus 58 habitaciones, todas diferentes, ofrecen un entorno relajante y elegante, respetuoso con la historia del edificio al tiempo que satisfacen las expectativas de los viajeros actuales. Suelo de madera clara, colores sobrios o atrevidos y un mobiliario personalizado contribuyen a un confort discreto y refinado. Cada habitación está equipada con ropa de cama de calidad, un sistema de aire acondicionado, una bandeja de cortesía, una televisión de pantalla plana, una caja fuerte y Wi-Fi gratuito. Ya sea que viaje solo, en pareja, en familia o por negocios, encontrará entre las categorías ofrecidas la que se adapte perfectamente a sus necesidades: Confort, Prestige con bañera de hidromasaje o Familia, para alojar hasta a cuatro personas.
La recepción, abierta las 24 horas, refleja la atención prestada a su estancia. El personal, atento y disponible, sabrá aconsejarle sobre las mejores actividades y lugares para descubrir en La Rochelle. Si viaja ligero o planea pasear por la ciudad después de su salida, se ofrece un servicio de consigna de equipaje seguro.
El Hôtel La Fabrique es mucho más que un simple lugar de paso: es un espacio donde es agradable relajarse y compartir momentos especiales. El bar lounge, "L’Établi", es un lugar imprescindible, que ofrece una variada selección de cócteles y bebidas para disfrutar en un ambiente acogedor. El lobby, bañado por la luz gracias a una majestuosa cristalera, invita al descanso, mientras que los patios interiores permiten disfrutar del aire marino en un entorno íntimo y verde.
Para los amantes del bienestar, el hotel colabora con un instituto de cuidados que ofrece experiencias a medida. Masajes, tratamientos faciales y envolturas corporales se realizan en cabinas espaciosas, con una suite dúo equipada con jacuzzi para momentos de complicidad. Además, cuenta con un espacio fitness, ideal para comenzar el día con energía o ejercitarse después de un día de exploración.
El hotel también responde a las necesidades de los viajeros de negocios. Sus tres salas de reuniones luminosas y climatizadas ofrecen un entorno agradable para organizar seminarios, talleres o encuentros de negocios. Ubicadas en un anexo llamado Les Ateliers de La Fabrique, cuentan con equipamiento moderno y grandes ventanales con vistas al Bassin des Chalutiers.
En cuanto a la restauración, el hotel ofrece cada mañana un desayuno buffet generoso, servido en una sala luminosa. Panes frescos, bollería, frutas de temporada, productos regionales y opciones para diferentes dietas se combinan para un inicio de jornada delicioso. Si prefiere un despertar tranquilo, se puede servir un desayuno continental en la habitación.
Su ubicación privilegiada es una verdadera ventaja. Desde el hotel, se llega en pocos minutos a pie al Viejo Puerto, sus animadas terrazas y sus restaurantes de mariscos. En las cercanías, el Acuario de La Rochelle, los cruceros hacia las islas de Ré, Aix y Oléron, así como los museos y tiendas del centro de la ciudad, son actividades accesibles sin necesidad de vehículo. Para quienes llegan en tren, la estación se encuentra a solo cinco minutos a pie. También hay un parking público disponible cerca para quienes viajan en coche.
Desde este alojamiento, La Rochelle se ofrece a usted en toda su diversidad. Comience con un paseo por el Viejo Puerto para admirar las emblemáticas torres medievales que vigilan la entrada de la ciudad. Continúe con una visita al Acuario, donde las maravillas del fondo marino fascinarán a pequeños y grandes. Pasee por el barrio de Saint-Nicolas, antiguo refugio de pescadores convertido en un lugar bohemio y artístico, o explore las arcadas comerciales del centro histórico.
Para una cena inolvidable, La Rochelle está llena de restaurantes de renombre. Pruebe "Les Flots", para una cocina refinada con vistas al puerto, o "André", institución local donde los amantes de los mariscos encontrarán su felicidad. Si prefiere un ambiente más relajado, "L’Atelier des Cousins" ofrece un menú creativo en un entorno acogedor.
Por último, para una salida cultural, no se pierda el Museo Marítimo, que relata la fascinante historia de los navegantes, o una velada en el Théâtre Verdière para descubrir la escena local. En verano, las Francofolies de La Rochelle ofrecen una programación musical ecléctica, atrayendo a artistas y espectadores de todo el mundo.
El Hôtel La Fabrique es mucho más que un simple punto de parada: es un lugar donde cada detalle ha sido pensado para ofrecer a sus huéspedes una experiencia rica y memorable, en uno de los entornos más encantadores de la costa Atlántica. Ya sea que esté de paso para una escapada romántica, una estancia en familia o un viaje de negocios, este establecimiento le recibe con una elegancia discreta y una autenticidad que marcan la diferencia.
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Desde 74 EUR por noche